Las loras son los relieves que dan lugar a horizontes rotundos, cerros que han sido modelados por la erosión de las aguas a lo largo de millones de años. Debido a la distinta resistencia de los materiales que las conforman (calizas, margas y areniscas) originan los diferentes pliegues y fracturas que se observan en el Geoparque.
En este entorno podemos encontrar restos fósiles de más de 215 millones de años, una de las mayores acumulaciones de calizas en medios palustres y la gran falla que secciona de este a oeste la cordillera Cantábrica.
Pero el Geoparque es mucho más, es un territorio con vocación de contar historias al visitante como lo hacen los yacimientos arqueológicos que albergan conjuntos monumentales funerarios de túmulos y dólmenes neolíticos, castros de los pueblos celtíberos de la Edad del Hierro o restos de ciudades fortificadas que nos relatan un período de guerras hasta la ocupación romana. Encontramos también restos de calzadas romanas, necrópolis de comunidades paleocristianas de la época altomedieval e iglesias excavadas en la roca como la de Olleros de Pisuerga, considerada una de las más bellas ermitas rupestres.
Todo ello hace del Geoparque Las Loras y su singularidad uno de los enclaves de nuestra geografía de mayor interés geológico, científico, ambiental e histórico.